Aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción. «Tened, pues, entendido, hermanos, que por medio de éste os es anunciado el perdón de los pecados; y la total justificación que no pudisteis obtener por la Ley de Moisés» (Hech 13, 37-38)
* - * - * - * - * - * - *
29 mayo 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)